martes, 21 de julio de 2020

La importancia de la Respiración.

La respiración es el proceso más importante del cuerpo, porque de ella dependen todas las demás actividades y funciones corporales. Según sea la calidad de nuestra respiración, así será la calidad de nuestra vida. La respiración influye en la actividad de cada una de las células y está íntimamente relacionada con la actividad del cerebro. La mayoría de las personas respira de forma incorrecta, utilizando sólo una pequeña parte de su capacidad pulmonar. De esa manera, su respiración es muy superficial, lo cual priva al cuerpo del oxígeno y del Prana, la energía vital del universo, ambos esenciales para una buena salud.



La práctica del Yoga comienza con la respiración. Una buena respiración, amplia y regulada, es el fundamento de una buena salud física y mental: por ello, el primer y fundamental objetivo del Yoga es recuperar la respiración natural, armoniosa y libre, que frecuentemente se deteriora por la aparición de bloqueos funcionales en el aparato respiratorio. Estos bloqueos surgen principalmente por la acumulación de tensiones físicas, por la presencia de emociones negativas o por la actividad descontrolada de los pensamientos. Cuando estás tenso, no puedes respirar libremente, tu estómago se pone rígido y no deja espacio a tu respiración. Entonces la respiración se vuelve muy pobre, insuficiente. Para que la respiración sea libre, es decir, suave, fluida, natural y sin esfuerzo, es necesario devolver elasticidad a los tejidos torácicos a todo nivel: ligamentosos, pulmonares y musculares. Esto comienza a adquirirse mediante la práctica del yoga físico, a través de las asanas (posturas de Yoga), y se completa en el trabajo más sutil con las técnicas del Pranayama.



Entre los malos hábitos de respiración superficial se encuentra el respirar por la boca, de forma entrecortada e irregular, con poco o ningún uso del diafragma, ya sea por la contracción del abdomen en la inspiración o por levantar los hombros y cerrar la caja torácica. De esa manera, se incorpora muy poco oxígeno. Esta respiración superficial, realizada usando sólo la porción superior de los pulmones, da por resultados una carencia de vitalidad y una resistencia muy disminuida de nuestro organismo hacia los agentes patógenos causantes de enfermedades.

La práctica del Yoga revierte estos hábitos. Respirar correctamente significa respirar por la nariz, con la boca cerrada, de forma fluida, profunda y sin esfuerzos. Con una inhalación y exhalación completas, utilizando toda nuestra capacidad pulmonar y respetando, colaborando, siempre con el impulso natural de la respiración.

Respirar por la nariz regula y armoniza la entrada y salida del aire. Además de graduar su temperatura, ya que el aire se calienta y se filtra antes de entrar en el cuerpo. Cuando utilizamos el diafragma, los órganos internos son masajeados y se estimula su funcionamiento. La regulación correcta de la respiración aporta salud y bienestar general, al favorecer los procesos que purifican la sangre y eliminan las toxinas. Los hábitos correctos de respirar son los que han de dar una vitalidad óptima, así como inmunidad contra las enfermedades. Cuanto más aire viciado se exhale, más aire fresco se podrá inhalar y favorecer los procesos de regeneración orgánica

Practicar diariamente unos minutos de respiración aumenta la vitalidad, nos ayuda a funcionar mejor física y mentalmente y produce una sensación de renovación, tranquilizando la mente y aumentando la atención. La respiración profunda y consciente ayuda a vencer la depresión y el estrés, y alivia los síntomas de muchas enfermedades

En nuestra plataforma web, presentaremos cinco prácticas, que son técnicas preparatorias para introducir hábitos de respiración correcta. Además, la práctica de estas técnicas ayuda a enfocar la atención sobre el proceso de la respiración, que casi siempre ignoramos. De esta forma, puedes desarrollar una sensibilidad hacia el ciclo respiratorio y reentrenar los músculos asociados a él, lo cual permite mejorar la capacidad vital y prepararse para las prácticas sutiles del manejo de energía del Yoga: el Pranayama.

La respiración rítmica, profunda y lenta promueve, y es promovida por, los estados mentales tranquilos y agradables. Por el contrario, la respiración irregular altera los ritmos del cerebro y además conduce a bloqueos físicos, emocionales y mentales, los cuales, producen a su vez conflictos internos, desequilibrios en la personalidad, desorden en el estilo de vida y finalmente pueden causar enfermedades en nuestro organismo. El Pranayama afianza patrones de respiración regulares, rompiendo ese ciclo negativo y revirtiendo el proceso a través del control de la respiración y del restablecimiento de los ritmos naturales y relajados del cuerpo y de la mente. Recordemos que la respiración constituye un puente entre las áreas de la consciencia y del inconsciente
En lo que respecta a nuestra práctica del yoga físico. Evidentemente, el patrón de respiración que primará en ella es el patrón que tengamos asumido, que es el que mantenemos habitualmente. Pero no debemos olvidar nunca que el YOGA es fundamentalmente RESPIRACIÓN, mucho más que avanzar en las posturas. Por eso, es importante fijarnos en nuestros patrones respiratorios comprendiendo, como ya sabemos, que todo nuestro ser está interconectado en sus diferentes planos, entendiendo cómo la respiración influye en el cuerpo y en la mente. Podemos imaginar a cuerpo, mente y respiración como formando un triángulo, cuyos tres vértices se influyen mutuamente entre sí, para bien y para mal.

Muchas veces sucede que, luego de una sesión de Yoga los practicantes se encuentran cansados, o al contrario, demasiado activados: en ambos casos, la causa de estos estados es la respiración que han mantenido durante la práctica. En el caso de los que se encuentran cansados, se debe a una respiración insuficiente y pobre, mientras que aquellos que están demasiado activados, se han pasado en la intensidad de su respiración. Recordemos que una buena práctica de Yoga es la que nos equilibra, y que, por ello, debe activarnos sólo en el caso de que nuestro nivel de energía sea bajo y necesitemos aumentarlo y, contrariamente, debe relajarnos o calmarnos si nuestro nivel de energía es excesivamente alto. Así, a través de ella encontramos el equilibrio energético.

En la sección de Pranayama de nuestro espacio virtual de prácticas, a lo largo del próximo curso te propondremos diferentes ejercicios destinados a reconectar con esta respiración natural olvidada, y a través de ella llevar tu trabajo físico a planos de experiencia más sutil, lo que te permitirá acceder con seguridad y provechosamente a las técnicas del Pranayama que desarrollaremos allí.

Así que recuerda: Yoga es respiración y consciencia. Puedes practicarlas en cada instante de tu experiencia, no sólo cuando te encuentras sobre la esterilla en tal o cuál postura (¿qué tal en este mismo instante? ¿Dónde está tu mente, cómo está tu respiración?) y encontrar entonces el verdadero Yoga, el que no se practica, sino que se experimenta en el plano del Ser. Te agradecemos nuevamente que nos permitas guiarte en este maravilloso camino, así como tu apoyo y solidaridad en la construcción de estos nuevos espacios de práctica.

Namasté,
Ana y Marcelo


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