lunes, 20 de julio de 2020

Cómo puede ayudarnos el Yoga a afrontar este (y cualquier) momento de gran cambio

Todo lo que ocurre en nuestra mente se expresa en el cuerpo. Así, algunos contenidos mentales pueden alterar nuestra respiración y generar tensión o rigidez. Y a su vez, esa tensión o rigidez que experimentamos en nuestro cuerpo, se refleja en nuestra mente. Y nos encontramos en un bucle que se retroalimenta constantemente y del que nos cuesta mucho trabajo, o creemos (directamente) imposible, salir.

El Yoga, entre otras cosas, te permite cortar ese bucle. A través de su práctica, aprendes a tomar conciencia de tu postura y experiencia corporal; esa mayor consciencia te permite detectar emociones, como el miedo, y es de esa forma que puedes gestionarlas para enfrentarte a todo gran cambio: cualquiera de los que puedan surgir en tu vida, de los tantos que atravesamos en ella.

Muchas personas aún desconocen la necesidad de ser conscientes del cuerpo y de la mente. Pero para ponerlo claro: “Si sientes miedo y no eres consciente de su existencia, ¿qué haces? Corres al Mercadona a comprar papel higiénico”… ¿te suena esto? Cuando no somos capaces de identificar una emoción que nos domina, nuestras acciones no tendrán relación con la realidad de nuestras necesidades, sino que serán acciones inconsistentes, movidas por algo ajeno a nuestra consciencia.

Todas las emociones pueden gestionarse adecuadamente, y el miedo, por lo tanto, no es una excepción. Pero, para ello debemos ser capaces de identificarlo, de percibir cómo se expresa en el cuerpo, qué sensaciones y pensamientos están asociadas a la emoción, y cómo me limita desde lo físico hasta lo mental. Si sabemos comprender su expresión en nuestro cuerpo, podremos comprender esas emociones y trabajar con ellas: los estados mentales negativos se asocian a y se expresan con una postura abatida, carente de energía, mientras que un estado de energía y optimismo se expresa en una postura equilibrada y firme.

Puesto que los estados emocionales afectan a, y son afectados por, la postura corporal y la respiración, a través del Yoga podremos trabajar de un modo consciente sobre ellos, y se producirá un efecto positivo en nuestro estado anímico y nuestra disposición: cuerpo y mente se influyen mutuamente, en ambos sentidos, trabajando uno, actúas sobre el otro. Si consigues liberar el cuerpo de los efectos de una emoción, será más fácil trabajar con ella desde tu consciencia



En este sentido, destaca el “doble beneficio” que supone la práctica del Yoga. A la necesidad física de expresión y movimiento, que se ha visto limitada como consecuencia del confinamiento, se une la dimensión mental de ser conscientes de las emociones y aumentar el conocimiento sobre nosotros mismos.

Todo enfoque holístico de la salud considera de fundamental importancia cuidar nuestro aspecto emocional. En este aspecto, la práctica del Yoga es de enorme utilidad, porque ayuda a vencer, además del miedo, las dificultades y resistencias que supone aceptar los cambios que provocan las crisis, como la generada por la COVID-19. La verdadera esencia de la práctica del Yoga implica el aceptar nuestra experiencia con ecuanimidad, y conforme vamos haciendo nuestra esa perspectiva meditativa, aprendiendo a aceptar la realidad tal cual es, sin derrochar energía resistiéndonos a ella, se hace más llevadero aceptar el cambio.

No obstante los miedos y las resistencias, estos tiempos de profundos cambios pueden resultar una oportunidad propicia para acercarse a la práctica del Yoga, ya que dos de los efectos del confinamiento son, por un lado, que las personas disponen de más tiempo y, por otro, que el hecho de que las rutinas hayan cambiado puede hacer que se sientan nuevas inquietudes que lleve a la exploración de actividades diferentes.

Ya sea que esta situación te haya encontrado en tu camino de práctica como si, por el contrario, la práctica del Yoga era un ítem de esa larga lista de deseos y resoluciones de superación, ten por seguro que la práctica del Yoga es la herramienta más potente a tu alcance para atravesar ésta y cualquier otra crisis, y transformarlas en experiencias de crecimiento y evolución.

Por eso, en BHAVANA YOGA ponemos a tu disposición nuestro espacio virtual de práctica, para acompañarte en tu camino de regreso a la paz que te da el contacto con tu propia esencia.

Namasté,
Ana y Marcelo


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